Ey tú, ¿alguna vez te has encontrado vacío, atascado y sin dirección?
¿Alguna vez te has sentido al borde del precipicio y bajo prisión?
Allí, donde los pensamientos son los únicos dueños
que te golpean hasta hacerte perder el control
de tu vida, de tu mente hasta de tu moderación.
Si es así….bienvenido amigo al circo de los perdidos sin corazón.
Como toda historia comienza con una simple acción
en la que tu eres el prota frente al miedo, tu mayor aprensión
una guerra entre dos mundos, dos titanes, un solo ganador
los pensamientos que esperan a que cometas tu primera equivocación.
Te dicen que no vas a poder, que eres un idiota si te crees que lo harás bien
en el amor, en el trabajo no les importa donde, cómo o con quién
solo esperan impacientes a que cometas el error
para luego darte el dulce amargo de la protección
diciéndote que si les haces caso, las cosas irán a mejor.
En ese momento has firmado tu contrato de defunción
ya tienes dueño, los grilletes para toda la función
pues en el instante que te dejas arropar
has perdido todas las cartas que tenías para jugar.
El tiempo va pasando, entre amores y cicatrices, entre logros y caídas.
Ya no te dejas querer, porque han sido fuerte las mordidas
ya no te lanzas a lo que quieres, por que tienes las piernas torcidas
culpas a otros de tus excusas y tus mentiras
te señalas con el dedo y disparas sin medida.
No crees en ti, no hay salida, no hay luz
lo que eras, ya no lo sabes ni tú
Todo lo que estaba claro, ya no lo está
A todos los que querías los terminas por echar
Hasta que un día pasa algo que te hace entender
y por fin abres los ojos para poder ver
en la mierda en la que te has metido por no querer
enfrentarte a las cosas que te hacen crecer.