¡Ay Señor! Qué locura
¡Bendita sea tu envergadura!
Posee mi alma, líbrame de la envidia,
perdoname por haber pecado
y sacúdeme como a un vil endemoniado.
Porque he sido mala, por ello ¡Pégame!
Porque he dicho tu nombre en vano, ¡Azótame!
Porque he cometido actos impuros ¡Sí señor, castigame!
Porque he codiciado los bienes ajenos, ¡señor que bienes!
¡Antoniaaa saca la basura!
Espera un momento Andrés
que me estoy confesando con el cura
rezándole al señor
por tanto pecado en desmesura