Si mi Gps hablase,
fina catalina me pondría,
seguro que una mano sacaba
y un collejazo me metía.
Porque no hay persona como yo
que en una línea recta se pierda,
dame dos vueltas sobre mi misma
y no hay narices de que me entienda.
En la bifurcación,
manténgase a la derecha.
No me preguntes como
pero termino en una dirección
que no es esa.
Seguimos con el viaje
y ahí me encuentro yo,
gire en calle San Andrés
donde está, ni lo ves.
Llegamos a la rotonda
y me dice que a la izquierda,
yo me la hago otra vez
no vaya a ser que me pierda.
Ella todo muy detallado me lo dice
calle, salida, tipo de vía.
Yo la escucho, os lo juro
pero es tanta información, que me lía.
Y para una vez que lo hago bien,
paso a la calle en dirección prohibida,
sigo hacia adelante, la policía.
No me queda otra que hacer como que no lo sabía.