Los rayos de luz caían sobre sus hombros,
frente a frente, sonrieron
y fundiéndose en un abrazo
el tiempo retornó, siendo quienes fueron.
Sumergidos en su mundo
donde la distancia no existe,
donde el tiempo desaparece,
son ella y el, amigos desde siempre.
Compartiendo sus batallas
salen risas olvidadas,
sus ojos orgullosos
con cariño se besaban.
Cuan pura puede ser una amistad,
qué amor tan grande se puede tener
hacia una persona que siempre estuvo
y que podría ser, pero que no es.