Camina de frente
abriéndote paso,
no importa que cueste
tú, simplemente hazlo.
Pisa fuerte
que el miedo se asuste
de los pasos que vas dando,
que no le quede más remedio que irse
porque tú, no te vas a ningún lado.
Ten en cuenta,
que puede ganarte la batalla
pero no la guerra,
armate bien de paciencia
y aguanta,
de ese modo
no habrá quien te pueda.
No gana el más listo
o el más fuerte
gana el que lo intenta
una y otra vez,
el que cae
pero se levanta,
por milésima vez.
Si dices que no puedes
y te fijas en lo que los demás tienen
pero que tú no,
lo único que estarás haciendo
será perder el tiempo,
la meta,
y la ilusión.