Mis versos se encuentran manchados
de inanes palabras sin sentido.
Un beso, una acaricia, su cuerpo…
¿qué son sin ellas?
Por favor,
venir a escribir conmigo.
Busco y no encuentro ventura,
sin tinta está mi tintero
¿Y qué es un escritor
si su inspiración termina?
Lejos,
bien lejos está mi dicha.
Os suplico,
venir a jugar conmigo.