Hace tiempo que inventamos
un idioma sin palabras
donde sólo tú y yo lo entendemos,
donde nos lo decimos a la cara.
A veces… que nos queremos
otras, nos mandamos más bien lejos.
A veces… me dices que te he hecho daño
otras, te digo que estás como un cencerro.
Una sola mirada tuya
me basta para sentirme en calma,
una sola mirada mía,
te basta para sentir las ganas.
Todo lo que está en nuestra mente
nos lo decimos sin palabras
porque somos transparentes
en nuestro idioma de miradas.