Aprendí, a llorar de puertas para afuera.
Aprendí a desliar la madeja
de problemas sin respuesta
y lo hice,
poniendo las cartas sobre la mesa.
Aprendí, a quererme para quererte
y no fue fácil,
no lo fue.
Pero hoy soy una mujer más fuerte
que sabe lo que quiere
aunque a veces no sabe o no entiende.
Aprendí, empezando por lo más fácil
¿Quién soy? ¿Qué siento?
Observar fue mi constante
mi brújula ponerle nombre
mi destino ser perseverante.
Aprendí y no fue fácil
pero hoy soy una mujer más fuerte
que sabe lo que quiere
qué es, porque puede.