Que absurdo mi pensamiento
que ilógica es mi razón
pues aunque no quiera
te siento, vuelves a mi amor.
En la tecla del deseo
sueño embriagada en tu olor,
malditas teclas que me recuerdan
tu tacto, tus manos, tu sabor
Y sigo escribiendo
o escribiéndote más bien,
por la f que llego….
madre mía si no te veo,
voy a enloquecer.