Me preguntan si te guardo rencor y la verdad es que no. Porque para hacerlo deberías de importarme, porque si alguna vez me hiciste daño, no me lo hiciste tú, me lo hice yo por empeñarme a querer estar contigo. Y eso se acabó. Porque lo que fuiste dejaste de ser y desde entonces decidí estar sólo conmigo porque entendí que tú no eras para mí y mucho menos, yo era para ti.